Vivo en Cantabria y soy una enamorada de mi tierruca (muchas palabras las acabamos en -uca y -uco, es nuestro sello). Cuando decidí empezar a escribir, lo único que tenía claro era que quería ambientar las historias en mi comunidad. La razón de más peso era que, fuera de aquí, se nos conociese.
Te puede parecer una razón de poco peso, pero es que las personas de mi tierruca estamos bastante cansados de que cuando se les pregunte por Cantabria, no sepan ni ponerla en el mapa.
Hay tanto que enseñar de donde vivo que, de momento, no me voy a quedar sin ideas. Y no solo describo los preciosos paisajes tan característicos, además enseño alguna costumbre o deporte propio que la gente desconoce.
En mi primera novela, aparte de paisajes de ensueño, mostré las costumbres de nuestras
fiestas patronales de los pueblos cántabros.
En la segunda novela, mostré un deporte que se hace en muchas partes de mundo, pero que igual no se sabe que también se practica aquí: los rallyes.
Y en la tercera novela, quise mostrar un deporte que es muy característico del norte de España: el remo (las regatas de traineras). Cantabria tiene varios clubes de remo que compiten contra equipos de País Vasco, Asturias y Galicia en las ligas españolas de remo.
Lo que quiero es que fuera de Cantabria no solo nos conozcan por los sobaos y las anchoas porque tenemos mucho más.
¡La persona que viaja una vez a Cantabria, vuelve!